
LA MALDICIÓN DEL 3
Al no querer pronunciar el número 3, cuando llega al 4 en realidad tienen 3 de los nuestros, por lo que su 10 en realidad es nuestro 9. De la misma forma, se salta un número entre el 12 y el 14, por lo que su 14 es nuestro 12. De esta forma, llega a 29 cuando en realidad tienen 26 objetos (saltan 1 de cada 10). Sin embargo, no pueden usar 30 ni ninguno de los números de esta decena, pues no pronuncia el 3, así que el número que seguirá a 29 será el 40, equivalente a nuestro 27 (de repente nos «retrasaremos» 10 números).
De esta forma, cuando llegue al 99, arrastrará una diferencia de 10 por la decena del 29 al 40 y otros 9 por los saltos que habrá dado en cada decena (una por cada cifra de las decenas, y otra por la primera decena de los números con una cifra). Su 99 equivaldrá, entonces, a nuestro 80.
El caso, es que su 100 es nuestro 81. Nos quedan sólo contar 19 para llegar al 100. Pero si les añadimos 19 números de los suyos, hay que tener en cuenta que no cuenta ni el 103, ni el 113, es decir, que en realidad es.....